“La filosofía de género que está en juego aquí nos enseña que es la
propia persona la que se convierte en hombre o mujer. Ser hombre o mujer ya no
es una realidad de la naturaleza que nos precede. El hombre es producto de sí
mismo. [...] Se trata de una negación radical del Creador y de una manipulación
del ser en la que sólo el hombre es dueño de sí mismo. Esta propaganda no se
preocupa en absoluto por el bien de las personas homosexuales, sino que
manipula deliberadamente el ser y niega radicalmente al Creador. Sé que muchas
personas homosexuales no están de acuerdo con estas manipulaciones y sienten
que el problema de su vida se ha convertido en un pretexto para una guerra
ideológica. Por lo tanto, es necesaria una resistencia firme y pública contra
esta presión”.
(Benedicto XVI,
citado en el libro de Mons. Georg Gänswein, “Nada más que la verdad”