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Declaración de Zaragoza



Con motivo del IV Congreso Internacional Pro Vida de Zaragoza, la noche del sábado 7 de noviembre se encendieron 1.500.000 velas, una por cada niño abortado desde la despenalización el aborto en España.
El documento más importante que resulta del Congreso es la Declaración de Zaragoza. Este documento actualiza las declaraciones de los anteriores congresos: la Declaración de México 2007, la Declaración de Lima en 2005 y la Declaración de Madrid en 2003. Esta declaración ha sido leída al final del Congreso, por D. Jorge Scala, quien ha advertido al auditorio, antes de comenzar su lectura, de que se trata de una declaración políticamente incorrecta. La declaración introduce un término nuevo: mega-genocidio. Un término que ha sido necesario acuñar para describir una realidad ante cuyas dimensiones la palabra genocidio se queda corta.

Los representantes de organizaciones nacionales e internacionales, defensoras de la vida, la familia y la dignidad humanas, provenientes de diferentes partes del mundo, reunidos en Zaragoza del 6 al 8 de Noviembre del 2009, en el IV Congreso Internacional Provida (CIP), en continuidad con los CIP realizados en Madrid, Lima y México, nos dirigimos a:

Todos los Gobernantes, Legisladores, Magistrados, médicos y parteras; líderes políticos y religiosos; intelectuales, educadores y comunicadores sociales; Organizaciones de la Sociedad Civil; padres y madres de familia; y a todas las personas de buena voluntad, como responsables naturales de la promoción de los Derechos Humanos.


CONVENCIDOS QUE:

1. Está científicamente comprobado que la vida humana comienza con la fecundación del ovocito. En esa primera célula humana (cigoto), se encuentra no sólo todo el programa genético del desarrollo de ese ser humano, sino también la capacidad de realizar por sí mismo dicho progreso, como lo muestra experimentalmente la fecundación extracorpórea.

2. Se dice que lo peor que le podría suceder a una madre sería la muerte de su hijo. No es así. Lo peor que le puede suceder a una madre, es hacer matar voluntariamente a su propio hijo. Aún cuando algunas lo nieguen de momento, decidir la muerte de su bebé les provoca un sentimiento de culpa y una herida imposibles de borrar.

3. Los seis millones de muertes “legales” en los campos de concentración nazi, constituyen el delito internacional de genocidio. Parecía la violación más flagrante de los derechos humanos que registra la historia.

4. Sin embargo, los más de ochocientos millones de muertes, provocadas hasta el momento mediante abortos “legales”, en los países del mundo que lo han autorizado, constituyen un delito de lesa humanidad que, por su número y extensión, proponemos se denomine a partir de ahora como mega-genocidio.

5. Además de estar “legalizado” en muchos Estados, el mega-genocidio es fomentado -a veces de modo directo y en ocasiones utilizando eufemismos-, por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y sus agencias; los organismos multilaterales de crédito; ciertos organismos internacionales, como la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF), IPAS, las Fundaciones Rockefeller, Ford, Bill y Melinda Gates, Soros, etc.; el actual presidente de los Estados Unidos de América y la burocracia de la Unión Europea; entre otros grupos de poder global.

6. Por otra parte, hacen “invisible” y aumentan el número de víctimas del mega-genocidio, diversos contraceptivos capaces de matar seres humanos en sus primeros días de vida –por ejemplo, impidiéndoles anidar en el útero materno-, tales como: dispositivos intrauterinos, píldoras postcoitales, pastillas anticonceptivas de uso sistémico, inyectables o implantes subdérmicos. Además, en estos últimos años se está promoviendo el aborto, dispensando la droga misoprostol, en especial en los países donde el aborto es ilegal, todo ello con la connivencia de las autoridades sanitarias. Finalmente, diversas prácticas de fecundación artificial, donde según las estadísticas más fiables, sólo nacen poco más del 4% de los embriones –seres humanos- producidos; provocan un número difícilmente determinable de víctimas.

7. Toda sociedad que tolera con indiferencia el mega-genocidio del aborto –sea quirúrgico o químico-, ha perdido hasta el más elemental signo de humanidad, y será proclive a vulnerar de modo violento otros derechos humanos de sus ciudadanos.


A ELLOS LES EXIGIMOS QUE SE OBLIGUEN A:

1. Promover soluciones racionales, siempre respetuosas de la vida, para las necesidades humanas, tales como:

• Propiciar acceso y atención calificada del embarazo, parto, puerperio y el recién nacido.
• Articular con la sociedad civil instituciones que atiendan a las embarazadas en situación de conflicto, para ayudarlas a superar sus problemas y, de ese modo, llevar una maternidad plena de gozo.
• Promover y financiar programas que fomenten la castidad antes del matrimonio, y la fidelidad dentro de él.
• Ejecutar programas para fortalecer la familia basada en el matrimonio heterosexual, y la educación de la juventud en las virtudes, y en el auténtico significado de la feminidad y la masculinidad.
• El embarazo no es una enfermedad; por lo tanto el control de la natalidad, nunca podrá ser una política sanitaria.

2. Hacer respetar toda vida humana, desde la concepción/fecundación/fertilización, hasta su muerte natural. Reconocer la personalidad jurídica de todo ser humano, desde el instante inicial de su existencia; y siempre obrar en consecuencia.

3. Punir y eliminar toda práctica abortiva, eugenésica, eutanásica, o que manipule la vida humana, cualesquiera sean los medios utilizados para ello.

4. En los supuestos de no punibilidad de los atentados contra la vida humana, jamás podrán considerarse “derechos” de nadie, ni practicarse en el sistema sanitario. Ningún médico o personal de salud podrá ser obligado, bajo ningún concepto, a matar a ningún ser humano. En cualquier caso la práctica de un aborto –aunque no sea punible-, implicará una falta deontológica inhabilitante.

5. Quitar la personería jurídica a toda entidad que –directa o indirectamente-, promueva el mega-genocidio.


NOSOTROS NOS COMPROMETEMOS A:

1. Promover todas las organizaciones de la sociedad civil, cuya finalidad sea la:

*Visibilización y atención del síndrome post-aborto.
*Centros de ayuda para la mujer.
*Centros de orientación familiar.
*Difusión de la enseñanza de métodos naturales de reconocimiento de la fertilidad humana.
*Difusión de un enfoque humanista de la sexualidad, basado en una educación en virtudes y para el amor.
*Promover la adopción como opción digna para las madres en situación de embarazo inesperado y para los niños por nacer.


2. Vigilar de manera permanente el grado de observancia del derecho a la vida. Denunciar públicamente a quienes violen este derecho fundamental, en especial si son funcionarios públicos o políticos en campaña electoral.

3. Articular actividades con “Acción Mundial de Parlamentarios y Gobernantes por la Vida y la Familia”, constituida en Santiago de Chile, recogiendo la Declaración de Lima de nuestro II CIP.

4. Promover la cancelación de la pena de muerte por aborto, en el ámbito de la ONU y los organismos regionales. Promover una Convención Internacional que tutele la vida de todo ser humano, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural.

5. Crear y promover partidos políticos que tutelen la vida humana, desde su inicio y hasta la muerte natural.

6. Hacer revocar democráticamente los mandatos de los funcionarios públicos, que participen de modo directo o indirecto en el mega-genocidio del aborto, la eugenesia o la eutanasia; y hacerles responder jurídicamente por tales actos.

7. Patrocinar gratuitamente demandas de las mujeres víctimas del mega-genocidio del aborto, para que obtengan un justo resarcimiento de sus daños, contra el Estado y demás responsables de sus padecimientos.
En los participantes de este Congreso, que adhieren a esta Declaración, están representadas las siguientes Naciones: Alemania, Argentina, Austria, Canadá, Chequia, Chile, Colombia, Costa Rica, Croacia, Cuba, Dinamarca, Ecuador, El Salvador, Eslovaquia, España, Estados Unidos, Francia, India, Gran Bretaña, Irán, Irlanda, Italia, México, Nicaragua, Noruega, Perú, Polonia, Sudáfrica, Suecia y Venezuela.
8 de noviembre de 2009-.

Campaña por la Vida


La oración lo puede todo...
Este tiempo de adviento es de espera y conversión para la venida del Niño Jesús.

Que mejor que esperarlo rezando el Santo Rosario...
Y que mejor que ofrecerle el día de su venida, un millón de rosarios en el pesebre...
Un millón de rosarios para que no haya nunca abortos en la Argentina...
Que todos los niños puedan ver la Vida como Él en Navidad... y que sean Santos...

¡Sumate a esta Cruzada Mariana!

Todos los argentinos, en todos los hogares y parroquias nos unimos en el rezo de esta intención particular... Si en tu casa o en tu parroquia no lo hacen podés organizarlo vos.

Ingresá a: www.1millonderosariosxlavida.blogspot.com

El día después


Cuento para mayores, sin receta
por el P. Enrique Monasterio
Fuente: Alfa & Omega
pensarporlibre.blogspot.com

La píldora «del día después» es toda una síntesis de la mentalidad abortista y la banalización de la sexualidad hoy. Lo refleja magistralmente el autor, jurista, sacerdote y columnista de «Mundo Cristiano»

Catalina está un poco embarazada, casi nada en realidad. Su embarazo es tan pequeñito que casi no es embarazo. Es un embarazo a lápiz, en papel borrador, que se va como ha venido. Además, tampoco lo sabe seguro, porque la cosa fue ayer mismo.

Catalina tiene 15 años y va a la farmacia con frecuencia. Antes compraba regaliz y clerasil para los granos. Hoy comprará un antiácido, que no necesita receta, porque la lógica ansiedad del evento le ha generado un poquito de hiperclorhidria, y pedirá también un antibiótico para el flemón. El flemón es casi tan pequeño como su embarazo, pero para ése sí que lleva una receta. (...)

Luego pedirá la píldora porsiacaso –así la llama su amiga Loli–, que vale 20 euros (Loli no, la píldora). Loli vale mucho más, porque su padre tiene pasta por un tubo y ha comprado varias píldoras (su padre no, Loli) para no tener que ir a la farmacia después de estar con Manolo. Catalina supone que porsiacaso no es el nombre auténtico del medicamento, pero Nieves, que es una farmacéutica superguay, se lo aclarará.

Catalina está nerviosa, pero contenta. Gracias a la nueva píldora será más libre cuando esté con su primo Borja. Además, le han explicado en el cole que, mientras el embrión no anide, te lo puedes quitar, porque es como si no existiera. Y la anidación sólo ocurre unos días más tarde. Cuando la profe lo dijo en clase, Richi, que es un bocazas medio tonto, contestó: «Eso es como decir que hasta que el niño no esté en la cuna no es niño y te lo puedes cepillar». Catalina se mosqueó y dijo que «no es lo mismo, Richi, qué bruto eres»; pero todos se rieron, porque ya sabían lo de ella y Borja.

Catalina llega a la farmacia, pero como hay una vieja (lo menos tiene 40 años) comprando, pide primero el almax para la acidez y el augmentine que le ha recetado el dentista. La farmacéutica se lo trae todo y le pregunta: «¿Quieres algo más, guapa?»(...) Se va la vieja, y entonces dice: «Ah, se me olvidaba. También quiero…, la píldora ésa… pa después, ¿mentiendes…?»

Nieves la mira de arriba a abajo y le pregunta si es para después de comer o para después de ponerse ciega de cocacola con güisqui. Catalina se mosquea y le dice que ya sabe ella de qué está hablando y que tiene derecho a la píldora comosellame. Entonces Nieves le responde que, en su farmacia, no se despachan abortivos, aunque venga la ministra con una pistola; que a lo hecho, pecho, y que se lo piensa decir a su padre (al de Nieves no, al de Catalina) para que se entere de lo que hace la niña.

Catalina se marcha con un mosqueo considerable y va en busca de otra farmacia alejada de su casa donde no la conozcan. Al fin la encuentra y le dan la famosa píldora. ¿Sólo una?, pregunta la niña. El boticario se le ríe a la cara y le dice que para qué quiere más. «¿Es que te dedicas a eso? ¿Eres una profesional?»

Catalina se ha tomado la píldora con un vaso de coca-cola light. Ella habría preferido una copa de Baylis, que es dulce como un caramelo y, con un poco de hielo, te pones la mar de contenta, pero es que el alcohol no se lo venden ni con receta.

Por la noche piensa que ya puede estar tranquila; que la cosa no ha tenido importancia, porque, además, lo más probable es que no estuviera embarazada. Y si lo estaba era un embarazo muy pequeñito, y el embrión no había tenido tiempo de anidar. O sea que Nieves es una exagerada, pero no le dirá nada a papá. Y si se lo dice, que se lo diga. Porque ella tiene sus derechos, que se lo ha oído a una ministra muy mona que hay ahora.

Catalina se mete en la cama. Siempre ha rezado tres Avemarías, pero hoy le da cosa y no reza nada. Apaga la luz y se pone a llorar como cuando era muy pequeña y no podía dormir sola.

Sexualidad, más allá del sexo


La experiencia de los educadores de los afectos
por José Antonio Méndez
Fuente: Alfa & Omega

Encuentre las cinco diferencias entre estas dos frases:

«El objetivo educativo es conocer formas alternativas de relación sexual a la penetración, y que no tengan necesariamente como fin el logro del orgasmo, diversificando el intercambio corporal»

y

«El objetivo educativo es intentar ayudar a unos adolescentes a saber quiénes son realmente, a saber que la sexualidad es distinto que el sexo, que nuestra misión es conocernos a nosotros mismos, que se nos conoce por nuestras acciones».

¿Las ha encontrado ya? Pues bien, la primera frase queda recogida en una Guía de educación sexual financiada por la Junta de Andalucía, mientras que la segunda es del psicólogo don Jaime Serrada, que imparte talleres de educación integral de la persona (incluida la educación sexual) en diferentes centros educativos. Dos formas de entender la formación de los adolescentes, que ponen de manifiesto que los planes de educación sexual planeados por el Gobierno no responden a las necesidades de los menores, sino a una obsesión ideológica que deforma la conciencia de los alumnos.


Ávidos de referencias

Serrada es uno de los profesionales que imparten las sesiones del programa Storyboarding, con el que la Fundación Gift and Task recorre los centros educativos españoles, «para mostrar a los adolescentes una visión de la persona basada en una antropología adecuada», combinando técnicas cinematográficas, la proyección de fragmentos de películas, la creación de personajes y las enseñanzas de Juan Pablo II en torno al amor, la sexualidad y las relaciones humanas.

A lo largo de varias sesiones, impartidas en semanas alternas, «vamos iluminando la experiencia de los adolescentes, para que lleguen a entender que los hombres y las mujeres somos seres de acción, y, por tanto, la forma en la que actuamos, también a la hora de vivir la sexualidad, nos va configurando y no es algo inocuo». Y reconoce que los menores están ávidos por escuchar a alguien que los oriente en una forma de entender la vida y las relaciones con el otro sexo de un modo que va más allá de la genitalidad: «Tras un mes trabajando con un grupo de adolescentes sobre el enamoramiento, la amistad o la sexualidad, siento que me han permitido ser, por un corto espacio de tiempo, un referente para ellos en estos aspectos tan vitales que tantas inquietudes les suscitan».

Felicidad frente a preservativos

Quizá alguien piense que las preguntas que lanzan los adolescentes, a la hora de hablar del sexo y del amor, versan sobre cómo ponerse un preservativo o, si nos atenemos a los contenidos de cierto programas de educación sexual, cómo se masturba una mujer. Sin embargo, Serrada desmonta el tópico: «En el aula, releo en alto sus propias preguntas, escritas en un cuestionario. Y una vez más, risas, hipótesis sobre quién ha preguntado eso o demandas urgentes para conocer la respuesta: ¿Cómo sabes que un chico que te gusta te quiere de verdad?; ¿Es lo mismo amar que estar enamorado?; ¿Cuándo un amigo se convierte en algo más?... Al ir poco a poco desgranando, a través de las escenas de algunas películas, y, sobre todo, a su propia experiencia, qué significa e implica querer a otro, o para qué sirve el enamoramiento, veo cabezas que asienten, y en sus caras una expectación creciente que anima a llevarles al punto en el que se puedan despertar a una realidad que no se muestra en la televisión. Una realidad que han experimentado, pero que pocas veces han sabido interpretar con la luz adecuada. Desde que el enamoramiento es afectivo, no electivo, y que no es la verdad del amor, pasando por que para construir una relación de amor, ya sea de pareja o de amistad, hace falta tiempo y acciones concretas que lo lleven a cabo, y llegando a que la felicidad no es un estado subjetivo, sino una llamada a vivir en comunión con otros».

Eso es, de hecho, lo que más les llama la atención a los adolescentes: el amor, no los preservativos. Ni siquiera se quedan en las actividades de Storyboarding, por más que les resulten entretenidas –construyen sus propios personajes de película e incluso graban un corto–: «Cuando escarbas un poco más –explica–, descubres que, a lo mejor, no pueden expresar con tus palabras aquello que querías transmitir, pero sí son capaces de verbalizar lo que les ayudó: Que la sexualidad es distinto que el sexo, que todo el mundo quiere ser feliz, que se nos conoce por nuestras acciones, que nuestra misión no lo que desde los Ministerios y las Consejerías se les quiere inculcar". Y si éstas son sus demandas, como concluye Serrada, ¿quién puede permitir que no descubran, porque a lo mejor nadie se lo mostrará jamás, lo que les hace realmente felices?

La llamada educación afectivo-sexual promovida por el Ministerio de Educación, según reconocen las Guías financiadas por algunas Comunidades Autónomas, se basa en tres ejes: experimentación sexual sin límites, sexo con preservativo o sin penetración, y deseo compartido y ganas de satisfacerlo. Incluso se muestra a los menores artículos de sex-shop. Sin embargo, la experiencia de educadores como el psicólogo don Jaime Serrada demuestra que el verdadero interés de los adolescentes no está en los preservativos, sino en el amor, en una sexualidad integrada en la persona y en una forma de entender la vida en la que no son considerados meros copuladores en potencia. Buscan, en resumen, aquello de lo que nadie les habla.

Lo que los niños necesitan de sus padres


por Luis Fernández Cuervo

Mucha gente no termina de comprender por qué, para un país, las familias numerosas son un gran bien. Además es triste que las parejas que han planificado tener sólo uno o dos hijos, traten a esas otras familias de irresponsables. Lo cierto es que criar y educar muchos hijos, además de para la sociedad, también son un bien para los padres y para sus hijos siempre que los críen y educen en un ambiente de libertad responsable, de alegría y amor.

Hay parejas que les gustaría tener más de dos hijos pero que, por diversas circunstancias, no tienen más que dos. De ellos no se habla aquí. Hablo de esas parejas equivocadas que deciden tener sólo dos porque piensan que eso es lo mejor. Son las mismas que critican de irresponsables a los matrimonios que tienen cuatro o más hijos. Todo está en entender la enorme diferencia que va del recibir los hijos como un don, a decidir tener uno o dos como una adquisición.

Esas parejas, orgullosas y satisfechas de su “paternidad responsable” defienden su conducta con razones como si las hubieran pensado por sí mismas, pero que en realidad son las mismas fabricadas por la internacional antinatalista, ésa que se financia, entre otras fuentes, con las donaciones de millonarios “altruistas”, obsesionados en frenar la natalidad por cualquier medio, incluyendo el aborto.

Sus “razones” son: a) tener pocos hijos es para darles mejor educación; b) pocos hijos favorecen el desarrollo económico de un país; c) es mejor para la salud de la madre, porque mucha lactancia y muchos partos estropean la figura y envejecen; d) muchos hijos ayudan al deterioro del medio ambiente. Algunos añaden que una doctora o enfermera les ha asegurado que “los muchos partos favorecen el cáncer de útero”. Cuando son “católicos” lo rematan diciendo que un sacerdote les dijo que podían usar anticonceptivos.

Aclaremos, primero lo secundario: El cáncer del interior de la matriz es propio de mujeres que nunca tuvieron hijos. El del cuello de la matriz, es de origen viral, contagiado por el compañero sexual. Cuantos mas compañeros, mas boletos para obtener el premio de un cáncer cervical. La lactancia dificulta el cáncer de glándula mamaria; en cambio los anticonceptivos hormonales y los abortos lo favorecen. La maternidad solo envejece si se vive en la miseria. La baja natalidad crea grandes males económicos. Europa puede atestiguarlo. Y el mayor deterioro del medio ambiente lo causan los países ricos, que tienen la natalidad en crisis.

Ese argumento “católico” es mas falso que Judas. Todo sacerdote que lo permite o recomienda dice lo contrario de lo que manda claramente la Iglesia, desde la “Humanae Vitae” de Pablo VI al magisterio posterior de Juan Pablo II y Benedicto XVI.

En cuanto a la razón más “altruista”: tener pocos hijos es darles mejor educación, olvida que lo que mas necesita cualquier niño o niña son hermanos; muchos hermanos. Además de lo que enseña la experiencia, hay estudios muy contundentes de sociólogos y psicólogos que lo demuestran. Todo niño necesita relacionarse, desde muy pequeño y en un ambiente de cariño hogareño, con varios hermanos, mejor si son de los dos sexos. Algo muy valioso para la formación de la personalidad.

En cambio los padres planificadores deciden tener hijos cuando mejor les conviene. No reciben un regalo, lo adquieren. Y la “mejor educación” suelen entenderla con igual mentalidad consumista: mínimos disgustos y sacrificios, máximo de placeres, comodidades y tener muchas cosas: juguetes, vehículos, artefactos tecnológicos “último modelo”, etc. Todo un conjunto y equilibrio de egoísmos. Peor, si se dedican a modelar la estatua del hijo atiborrándole de “actividades extras” (judo, natación, guitarra, etc.). Son hijos-objeto. Una propiedad más.

Si se les acusa de egoístas, protestan y dicen que ellos quieren y cuidan a sus hijos. Es cierto, pero en la misma línea -aunque sean los primeros de esa lista- con que aman y cuidan sus carros, sus hobbies, sus perros, su salud, su gimnasio, sus caprichos.

Para los padres criticados por tener muchos hijos les ofrezco respuestas que dieron otros en su mismo caso. Una madre de nueve hijos: "No medimos nuestro sentido de responsabilidad por el número de niños que tenemos, sino por lo que hacemos con ellos". Pero… -¿hay tiempo para querer a tantos? Respuesta: "El amor se multiplica. Cada uno de ellos cuenta con ocho hermanos que lo adoran". De un papá acosado: los niños invitan al sacrificio y estimulan la bondad de las personas. Los niños hacen del mundo un lugar mejor porque obligan a sus padres a madurar, al hacerles pensar en las necesidades de los demás. Y la frase de un padre feliz de 16 hijos: “en una familia numerosa, las penas se dividen y las alegrías se multiplican.”

De don a producto


por el Dr. Max Silva Abott

Prof de Fil. del Derecho en la U.C. de la Ssma. Concepción (Chile)
Fuente: A&A http://blogs.catholic.net/analisisyactualidad


Sucedió este 2009, en Estados Unidos. Un matrimonio decidió acudir a una clínica de fertilidad a fin de implantar en la mujer un embrión congelado que tenían guardado desde hace años. Sin embargo, a las pocas semanas se le comunicó que le habían puesto un embrión equivocado.

Sorprendido, el matrimonio deliberó qué hacer: si abortar, como le ofreció el establecimiento de salud, o esperar al nacimiento para devolver al niño. La pareja decidió esto último, y sin querer, la mujer se convirtió involuntariamente en un vientre de alquiler. Finalmente, el niño nació hace algunos días y fue entregado a sus padres biológicos.

Como si fuera poco, a la misma mujer se le diagnosticó una enfermedad que le impedirá llevar adelante un nuevo embarazo con el embrión de su propiedad, lo que hace plausible que acudan a un vientre de alquiler.

La noticia salió a la luz para crear conciencia acerca de estas situaciones inexcusables, a fin de que otros padres no tengan que pasar por lo mismo. En el fondo, se está tratando este problema como un mero “error administrativo” que traería una especie de “daño moral” por los perjuicios ocasionados; algo así como el mal rato que puede ocasionar la entrega de un automóvil equivocado, por ejemplo.

Sin embargo, y como ya ha ocurrido muchas veces en situaciones como esta, el gran ausente de todo este embrollo es el niño, o mejor, los niños, pues en este drama aún queda uno congelado. ¿Dónde quedó la dignidad y los derechos de estos niños? Tómese en cuenta que a su respecto, el trato no puede haber sido más despectivo: se los creó artificialmente en un laboratorio; seguramente se seleccionaron los más sanos y los sobrantes deben haber sido desechados o sometidos a experimentación; los afortunados fueron congelados en nitrógeno líquido, quedando fuera del tiempo; posteriormente, se descongeló a uno para implantarlo y para colmo, en un vientre equivocado; se contempló la posibilidad de abortarlo, como un artefacto que salió defectuoso o que no cumple las expectativas de quienes lo encargaron; sin embargo, se le permitió continuar (qué considerados, ¿no?) y finalmente, se lo entregó a sus padres biológicos; con todo, aún queda por ver si se acudirá a otro vientre de alquiler para que nazca el niño que aún está congelado.

Todo esto y muchas otras situaciones que nos sorprenden, son el lógico resultado de haberle quitado a estos niños, de manera completamente arbitraria, su calidad de persona y pretender darles el estatuto de cosa. De este modo, la vida ha dejado de ser un don recibido para transformarse en un producto por encargo, que si no cumple las expectativas, puede ser desechado tranquilamente, como muestra esta lamentable situación.

Pero la pregunta es obvia: ¿Quién nos ha dado la atribución para tratar así a nuestros semejantes? ¿Dónde quedó la igualdad esencial del género humano?

La última palabra


por Jorge Scala
Hace unos años di una conferencia en la Legislatura de Mendoza, en la Argentina. Pocos meses antes, la suprema corte de dicha Provincia, en un fallo inicuo, había condenado a muerte –mediante aborto-, a una persona por nacer, concebida por una adolescente deficiente mental que había sido violada.

El tema de la ponencia fue “familia y políticas internacionales”. Una radio evangélica puso al aire en directo la conferencia. En un momento de la misma, hice mención al asesinato “legal” de esa persona por nacer, ocurrido hacía poco; y por orden de la cabeza del Poder, cuya función es proteger los derechos de la gente…. Al término de la plática, el encargado de la transmisión radial, visiblemente nervioso, me relató lo que había sucedido. Mientras transmitían la conferencia, la emisora daba un número telefónico, para que los oyentes pudieran hacer comentarios en vivo. Llamó una señora, y dijo algo así como: -“Muchas gracias. Vine a hacerme un aborto, pero como estaba tan nerviosa, aquí me encendieron la radio para tranquilizarme. Escuché lo que dijo ese señor que estaba hablando. Me estoy escapando de aquí. Muchas gracias…”.

Este suceso tiene una peculiaridad que quisiera subrayar. Varios hechos aparentemente desconectados, sucedieron cronológicamente en unos pocos minutos exactos:

Viajé a otra ciudad para dar una conferencia; la misma tenía un horario preciso de comienzo y de final;

el responsable de una radio evangélica, me pidió permiso para transmitir en vivo la plática, minutos antes del inicio;

una mujer tenía turno asignado para abortar;

en un instante preciso hice la referencia al reciente aborto “judicial”;

en ese preciso instante alguien, para calmar a la mujer, enciende la radio justo en el dial que transmitía mis palabras;

en ese preciso instante, Alguien tocó el corazón de esa mujer, para que desistiera de matar a su hijo, puesto que mis palabras sólo fueron el vehículo para tocar ese corazón.

Ahora bien, aún sumando y concatenando con precisión cronológica absoluta todos estos hechos; aún así nos está faltando un acontecimiento inicial, absolutamente decisivo: si la justicia mendocina no hubiera condenado a muerte al primer bebé, y no lo hubieran ejecutado; ni los organizadores del evento, lo habrían preparado, ni me hubieran invitado, ni hubiera viajado a Mendoza, la radio evangélica habría transmitido cualquier otra cosa, y el segundo bebé ya estaría muerto…

En pocas palabras, y esto es lo que quiero resaltar: si el primer niño no hubiera sido asesinado públicamente, el segundo bebé habría sido ejecutado. Fue necesario el sacrificio de la primera vida, para salvar la segunda. Y esto es así porque, en definitiva, Dios Nuestro Señor es quien tiene, siempre, la última palabra. Tengo la absoluta certeza que la pública ejecución del primer bebé, ha sido muy fecunda; sólo conozco el caso relatado, pero estoy totalmente convencido, que no ha sido la única vida salvada gracias a él.

Ojalá recordemos siempre, en los momentos duros que nos toque atravesar, en esta aventura de promover la vida y la dignidad humanas, que el Buen Dios es quien tiene la última palabra, la más importante, la decisiva.

Diez sugerencias a los obispos

Acerca de lo que pueden hacer para acabar con el aborto
por el Padre Paul Marx, O.S.B., Ph.D.
y
Michael Engler, M.J.

Fuente: www.mariamadrededios.com.ar

Introducción

¿A dónde se han ido todos los sacerdotes? Lamentablemente debemos admitir que miles de sacerdotes no están hoy con nosotros porque fueron abortados en el santuario del vientre materno.
Se estima que por lo menos 5 millones, de las 25 millones de mujeres estadounidenses que han abortado, son católicas. Puesto que uno de cada 1,100 católicos estadounidenses llega a ser sacerdote, podemos estimar que se han abortado 4.545 futuros sacerdotes. Esto nos da un promedio de 91 sacerdotes por cada uno de los 50 estados de EE.UU. Estos sacerdotes hubiesen comenzado a servir en la década de los 90. Sólo Dios sabe cuántas futuras religiosas y hermanos consagrados se hubieran unido a esos sacerdotes que murieron antes de nacer.
Pero el insaciable lobo del aborto está devorando no sólo a futuros sacerdotes y religiosas, sino también a millones de las más pequeñas ovejitas de nuestro redil.
Después de haber estado involucrados en la lucha contra el aborto durante muchos años y de haber visto la explosión de este horrendo crimen en más de 90 países, quisiéramos presentar varias sugerencias a los obispos católicos de EE.UU. y del mundo entero sobre cómo podemos poner fin a la mayor guerra de todos los tiempos, la guerra contra el niño no nacido.

1. Educarnos sobre lo que está pasando con respecto al aborto

Hagámosnos la siguiente pregunta: "¿Qué haría yo si estuvieran matando a millones de personas ya nacidas?" La Iglesia enseña que moralmente no hay ninguna diferencia entre matar a inocentes bebés que no han nacido y matar a otras personas inocentes que ya han nacido..
Debemos educarnos continuamente sobre esta crisis nacional e internacional. Nos puede ayudar mucho en esto el reunirnos con activistas que están al frente de la batalla pro vida y compartir con ellos sobre este asunto. También es muy útil leer los mejores boletines o libros sobre el tema, así como mirar los mejores videos y películas que tratan sobre el aborto.
Es muy importante que los obispos se den cuenta de que la organización llamada Federación Internacional de Planificación de la Familia o IPPF (link to: IPPF) es uno de los peores enemigos de la Iglesia, de la familia, del matrimonio, de la castidad y del niño no nacido. La filial de esta organización en EE.UU. se llama Planned Parenthood Federation of America o PPFA (Paternidad Planificada de EE.UU.). En 1991, los ingresos de la IPPF sumaron más de 76 mil millones de dólares y actualmente opera en más 140 países del mundo.

2. Reconocer la importancia especial del problema del aborto

La falta de justicia social, la mala situación económica de muchas familias y personas, así como muchos otros problemas están relacionados con la causa pro vida, ya que en todos ellos están en juego la dignidad y los derechos de toda persona humana.
Sin embargo, debemos darnos cuenta de que existe una jerarquía de importancia en cuanto a los problemas sociales, es decir, hay algunos asuntos más urgentes que otros y que merecen especial atención, y tal es la destrucción directa de millones de vidas humanas inocentes que no han nacido todavía.
En este contexto hay que comprender que, aunque es muy importante continuar haciendo énfasis en la predicación en los asuntos relacionados con la justicia social y con el problema de la pobreza, en estos tiempos debemos hacer mayor énfasis aún en el problema del aborto y sin diluir este tema en medio de muchos otros problemas importantes. De otro modo, muchos católicos utilizarán el poco énfasis sobre el grave problema del aborto como excusa para no hacer nada por detener la matanza de inocentes niños no nacidos.

3. Cómo lidiar con los políticos proabortistas

Es muy importante que los sacerdotes, las religiosas y los laicos se den cuenta de que el slogan de algunos políticos: "Me opongo personalmente al aborto pero..." es totalmente inaceptable y constituye una hipocresía, lo mismo pasa con el slogan "pro-choice" ("pro opción" o "derecho a escoger"), que no significa otra cosa que "'derecho' a matar".
No debemos tener temor alguno de utilizar los medios al alcance de la diócesis y los dirigentes católicos para identificar a los candidatos proabortistas. La Declaración sobre el aborto procurado de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe (link to: La enseñanza de la Iglesia Católica) en el número 22 enseña claramente que ningún cristiano puede apoyar a ninguna ley proaborto, menos aún a aquellos candidatos o políticos que las apoyan.
El pueblo católico debe saber que todo aquel que vote por un candidato proabortista tendrá que rendirle cuentas a Dios el día del Juicio. También tendrán que hacerlo todos aquellos que contribuyan con dinero a las campañas de tales candidatos.
Si hay algún político, sobre todo si es famoso, en la diócesis, sugerimos al obispo que lo invite a conversar personalmente o que lo visite y le presente la causa pro vida, pero armado de todos los datos sobre la vida prenatal. En esa entrevista se le debe advertir al político (más aún si es católico) que no debe votar a favor del aborto.. Seríamos responsables de la muerte de incontables criaturas por nacer si no lo hacemos.
Es un hecho alarmante que en EE.UU. el 41% de los congresistas católicos y el 50% de los senadores católicos votan a favor del aborto. Si todos los congresistas y senadores católicos votaran a favor de la vida, tendríamos una mayoría pro vida en el congreso desde hace años. ¡Cuántas vidas humanas se hubieran salvado!
Es muy importante también, sobre todo para una figura pública como el obispo, no dejarse ver en público con sonrientes políticos proabortistas. De lo contrario el diario local le daría una publicidad desfavorable a la Iglesia Católica y a la causa pro vida.
Tampoco debe el obispo ocupar el asiento de honor en los banquetes donde se honre a notables jueces o políticos proabortistas. Nada desmoraliza más a los ciudadanos pro vida o confunde más a los jóvenes católicos.
Es muy importante también prohibir los funerales católicos para aquellos políticos proabortistas que no se han arrepentido, así como también para los jueces del Tribunal Supremo, los aborteros, las personas que han trabajado en clínicas de aborto y los médicos que han aconsejado a mujeres que se practiquen un aborto o que las han referido a otro médico para que se lo practiquen y que tampoco se hayan arrepentido de este horrendo crimen contra la humanidad. El comportamiento de estas personas impenitentes es tan grave o más aún que el de otras personas que han escandalizado a la comunidad católica y a la sociedad por sus crímenes o por sus graves injusticias.
El obispo tampoco debe promover leyes que podrían permitir ciertos abortos, es decir, leyes que incluyen excepciones a la prohibición del aborto. Es muy importante, en este contexto, escuchar el consejo de los experimentados activistas pro vida que protegen toda vida humana del crimen del aborto.
Invitamos también a los obispos a que se pongan en contacto con los aborteros de sus diócesis, especialmente con los católicos, para instarles a que se arrepientan. La Liga de Acción pro vida de Chicago, por ejemplo, ha convencido a más de cien aborteros o personas que trabajaban con aborteros de que se arrepintieran y de que dejaran de practicar abortos.

4. Educar sobre el derecho canónico en relación al aborto

Es muy importante también educar a toda la diócesis sobre lo que dice el derecho canónico acerca del aborto y de las penas canónicas que acompañan a ese pecado. Donde lo permita el derecho canónico, se debe excomulgar a famosos aborteros católicos y a aquellos que trabajan con Paternidad Planificada en esa área -- hay muchos más de los que pensamos.
Se les debe negar también la Sagrada Comunión a los políticos, aborteros y a todas las demás personas (como las que mencionamos en la sección anterior) involucradas en el aborto y que se niegan a arrepentirse.
Tampoco se les debe permitir a los aborteros trabajar en los hospitales católicos y a los que ya están allí se les deben revocar sus privilegios. Lo contrario constituye un escándalo nacional.
También sería un escándalo que las diócesis hicieran negocio con firmas de abogados que defienden clínicas de abortos y compañías de seguros que los pagan.
Se necesita también asegurarse de que todos los católicos que trabajan en el área de la salud sepan que tienen el derecho y el deber de rehusar tomar parte en los abortos. Se les debe proporcionar defensa legal a aquellos que han sido penalizados por su fidelidad a las enseñanzas de la Iglesia.

5. Hacer un llamamiento a todos los católicos a la acción pro vida dándoles el apoyo necesario

Se deben publicar cartas pastorales llamando a la acción a los fieles católicos y a otras personas de buena voluntad contra el aborto quirúrgico, el infanticidio, la eutanasia, la experimentación con fetos y el uso de sus órganos, el aborto químico (la píldora, el dispositivo intrauterino o DIU, la píldora RU 486, etc.), así como la persecución de los cristianos pro vida por parte de los políticos, la policía, los jueces y los medios de comunicación.
Todos debemos obedecer la Palabra de Dios en Proverbios 24:11 que dice: "Rescata a aquellos que han sido sentenciados a la muerte, no los dejes morir". Invitamos a todos los obispos a que lleven a cabo vigilias de oración frente a las clínicas de aborto, guardando la distancia legal. Los invitamos también a que realicen protestas pacíficas y respetuosas, pero firmes, antes dichas clínicas. Entre 1982 y 1985 el 5% de los aborteros de EE.UU. dejaron de matar a niños no nacidos debido a este tipo de manifestaciones. ¡Imaginen cuantas clínicas de matanza por aborto lograríamos cerrar si los casi 60 millones de católicos de este país realizaran estas actividades!
Los invitamos también a que apoyen moral y legalmente a esas almas valientes que se paran frente a las clínicas de abortos, guardando la distancia legal, para aconsejar a las mujeres que van a abortar de que no maten a su bebé no nacido, para ofrecerles alternativas positivas al aborto y para referirlas a los centros de ayuda a la mujer embarazada, donde las pueden asistir para que continúen con su embarazo y para que den a luz a su bebé.
A propósito de estos centros, es muy importante darles apoyo para que así las mujeres embarazadas en situaciones difíciles puedan recibir albergue, cuidado médico, ropa, alimentos, consejería e incluso ayuda y curación postaborto y el Sacramento de la Confesión, en caso de que hayan caído en este grave error.
También se debe proporcionar asistencia legal y económica a las personas pro vida que son enviadas a la cárcel o que son penalizadas de otras maneras por defender la vida pacíficamente, y que por consecuencia de ello han perdido sus bienes o sus empleos.
Se necesita también exigir la custodia de los cuerpos de todos los bebés abortados para que se les entierre con humanidad. Esos bebés merecen un lugar de reposo que sea más digno que los latones de basura.

6. Estimular a sacerdotes y religiosas a que prediquen y enseñen sobre el crimen del aborto y sobre la defensa de la vida

La predicación y enseñanza sobre este tema tan importante no debe limitarse al mes de Respeto a la Vida que se acostumbra a tener en las parroquias de EE.UU. No, dicha predicación y enseñanza debe hacerse a menudo.
No sólo eso, sino que los sacerdotes y las religiosas deben convertirse en los líderes espirituales y morales del movimiento pro vida -- los laicos deben ser, por lo general, los líderes en la planificación y en la puesta en acción de las estrategias del movimiento pro vida.

7. Fidelidad al Magisterio en la enseñanza pro vida y en los medios de difusión católicos

La enseñanza pro vida debe llevarse a cabo en total fidelidad al Magisterio de la Iglesia. Los que enseñan opiniones contrarias a la doctrina de la Iglesia y rehúsan arrepentirse deben ser expulsados de sus puestos. También se debe prohibir a los oradores proabortistas o pro anticoncepcionistas hablar en las instituciones de la Iglesia.
La total fidelidad al Magisterio incluye la fidelidad a su doctrina sobre la prohibición absoluta del uso de los anticonceptivos y de la esterilización directa, y no sólo del aborto. La práctica anticonceptiva ha sido la que precisamente ha engendrado la mentalidad abortista. De hecho, los principales anticonceptivos son abortivos, al menos parte del tiempo. No podemos cansarnos de enseñar una y otra vez la naturaleza abortiva de la píldora, el dispositivo intrauterino o DIU, la Depo-Provera, el Norplant y otros. Además, ninguna nación en la que el uso de los anticonceptivos se ha generalizado ha logrado impedir la legalización del aborto, incluso a petición. Nuestra experiencia de labor pro vida de muchos años y en muchos países distintos nos ha convencido totalmente de que existe una conexión entre la anticoncepción y el aborto.
La total fidelidad al Magisterio también incluye la revisión, no sólo de la ortodoxia de todas las personas involucradas en la enseñanza, sino también de todos los programas y materiales de las instituciones educativas de la diócesis, desde la catequesis parroquial hasta el seminario. Especial atención merecen los programas de educación sexual, la mayoría de los cuales, lamentamos decir, enseñan, sutil o no tan sutilmente, ideas que socavan la castidad en los niños, así como la autoridad de los padres que, como los primeros y los principales educadores que son de sus hijos, tienen el derecho y el deber de educarlos con respecto a esta área tan delicada y de prohibirle a cualquier institución educativa -- religiosa, pública o de cualquier otra índole -- el enseñar asuntos que están en contra de los valores morales. Todo esto aplica también a la metodología empleada, no sólo al contenido enseñado.
Otras áreas que también ameritan investigación son los cursos de preparación al matrimonio. Es de capital importancia que los futuros contrayentes conozcan la moral sexual católica, la gravedad intrínseca de la anticoncepción y del concubinato, así como la alternativa positiva de la castidad (dentro y fuera del matrimonio) y el uso de los modernos métodos de planificación de la familia cuando los matrimonios tienen motivos graves para espaciar los nacimientos de sus hijos.
Los matrimonios que practican la anticoncepción no deben comulgar sin antes reconciliarse debidamente con Dios por medio del Sacramento de la Confesión. En realidad, ¿cómo pueden esos matrimonios enseñar la castidad y la religión a sus hijos si ellos mismos no las viven?. (Lo mismo habría que preguntarse acerca de los maestros de escuelas católicas que usan anticonceptivos.)
Además de condenar la anticoncepción, se necesita animar a los matrimonios jóvenes a que tengan más hijos para el Señor. Esa es la mejor manera de combatir la crisis vocacional que mencionábamos al principio, crisis que el mismo aborto ha hecho más grave.
Es de suma importancia, desde todos los niveles educativos, incluyendo el púlpito, promover la indispensable virtud de la castidad. Hay que buscar a los teólogos ortodoxos más creativos para que analicen en términos modernos este aspecto de la virtud cardenal de la templanza.
Es muy importante también oponerse al feminismo proabrotista, lamentablemente infiltrado también entre las filas de religiosas y otras personas que enseñan religión en las diócesis o que dirigen los departamentos de educación religiosa.
La organización que más se dedica a socavar la doctrina pro vida de la Iglesia Católica, dentro de la propia Iglesia, es el grupo apóstata llamado "Católicas por el Derecho a Decidir". Este grupo tiene su sede en Washington, D.C., pero se ha extendido por todo EE.UU. y gran parte de América Latina (link to: Católicas por el Derecho a Decidir). Les pedimos a todos los obispos que desenmascaren a cualquier miembro de este grupo que esté infiltrada en su diócesis o en su estado o país y que emitan comunicados urgentes aclarando al público, sobre todo a los católicos, sobre los objetivos, estrategias y falsos argumentos de esta organización, así como sobre su total incompatibilidad con respecto a la doctrina de la Iglesia Católica.
La Organización Nacional de Mujeres en EE.UU. o NOW, dominada por lesbianas y feministas extremistas, constituye menos del 1% de las mujeres norteamericanas, sin embargo, ejercen una fuerte influencia en todo el país a favor del aborto, la anticoncepción, el feminismo antifamilia y otros males.
Pensemos en los 14 millones de mujeres del Consejo Nacional de Mujeres Católicas en EE.UU., algunas de las cuales, lamentablemente, no están muy activas en la causa pro vida o, incluso, duele decirlo, están a favor del "derecho" a escoger. Les pedimos a los obispos que les lancen un reto a esta organización (o a cualquier otra organización de su estado o país), para que se organicen y sean defensoras marianas del Cristo que vive en ese niño por nacer.
En este contexto es muy importante defender a la mujer (y a los niños) de todo tipo de maltrato masculino y del machismo, que tanto sufrimiento causa a la mujer, la cual muchas veces desesperada y resentida cae en el feminismo equivocado y e el aborto por culpa del hombre.
En este sentido es muy importante también promover una auténtica visión de la mujer y su maternidad (y sus otras cualidades), del hombre, del matrimonio y de la familia. El respeto por la mujer como persona y no su maltrato como objeto sexual o de consumo es uno de los factores que más contribuye a la causa pro vida y de la propia mujer.
También se necesita encomendar a los mejores psicólogos el análisis de la verdadera naturaleza del amor, de la continencia como una expresión de amor y de la naturaleza de la castidad dentro del matrimonio.
Es importante también iniciar cursos sobre los asuntos pro vida en las escuelas secundarias católicas, en las universidades católicas y en los seminarios. Coloque maestros que estén convencidos de que se debe luchar contra todos los males antivida y antifamilia, desde la anticoncepción hasta la eutanasia.
Invitamos también a los obispos a que patrocinen la formación de grupos pro vida católicos en las escuelas secundarias y en las universidades no católicas, donde miles de estudiantes católicos son seducidos por las enseñanzas proabortistas.
Las publicaciones católicas de la diócesis constituyen otro indispensable medio para la causa pro vida. Hay que empezar por revisar su ortodoxia. También se necesita examinar cómo estos medios reportan los asuntos relacionados con la vida humana y la familia y si les dan suficiente cobertura, incluyendo apropiadas fotos, editoriales y un llamamiento a la acción para defender la vida, como por ejemplo, escribir cartas al editor del periódico secular local y contestar la propaganda proabortista.
En esto de lidiar con los medios de comunicación social seculares, sugerimos que de eso se encargue un sacerdote, religiosa o laico para que defienda al niño por nacer como vocero o vocera del obispo ante dichos medios.

8. Necesidad de fondos para la causa pro vida

Siendo la causa pro vida la más urgente e importante de las causas sociales, se necesita darle prioridad a la hora de distribuir los fondos de la diócesis. La Comisión de Justicia y Paz de la diócesis, por ejemplo, es un canal adecuado para el suministro de fondos para sufragar los gastos de la preparación de efectivos materiales pro vida, tales como folletos, videos, pancartas, audiocintas, etc. También se necesitan fondos para establecer y mantener centros de ayuda a la mujer embarazada en situaciones difíciles, albergues para estas mujeres cuando sea necesario, consejería, reconciliación y curación postaborto, etc.

9. Oración, Adoración eucarística y reparación por el pecado del aborto

Debemos orar diariamente para obtener de Dios la sabiduría y la fortaleza necesarias, porque seguramente Satanás nos atacará por defender a los niños no nacidos y a sus madres del aborto.
Es lamentable pero cierto que el aborto surgió cuando desapareció de las parroquias la Adoración Eucarística. Se necesita restaurarla en toda su intensidad. Satanás no puede permanecer demasiado tiempo en un área donde Jesús es adorado en el Santísimo Sacramento del Altar. En una ciudad de California el centro de abortos cerró después de haber sido restaurada la Adoración.
Sugerimos que los obispos lancen un programa intenso de oración y ayuno en hogares, parroquias, colegios, etc., especialmente durante la cuaresma, para suplicar a Dios la gracia y el valor en esta época en que hay "tinieblas sobre la nación" (Lucas 23:44).
Sugerimos también la organización de servicios públicos de reparación a Dios y para pedir Su ayuda. La Procesión y Misa de Reparación por el pecado del aborto podría llevarse a cabo cada 28 de diciembre durante la Solemnidad de los Santos Inocentes.

10. Ecumenismo pro vida

Por último, sugerimos que todo obispo invite a sus hermanos ortodoxos y evangélicos y a todas las personas de buena voluntad a marchar a favor de la vida en Washington, D.C. alguna vez en la vida durante el 22 de diciembre, fecha en la se recuerda el aniversario de la infame decisión del Tribunal Supremo de EE.UU. en la cual se legalizó el aborto a petición durante los nueve meses del embarazo.
Los servicios de oración ecuménicos también son una buena oportunidad para promover la auténtica unidad entre los cristianos y para combatir el aborto y promover la vida.

Conclusión

Hemos hecho estas sugerencias a nuestros pastores los obispos en un espíritu de servicio y amor. Colocamos a su disposición todos los recursos, materiales y experiencia que el Señor le ha permitido tener a Human Life International y a Vida Humana Internacional.
Dios bendiga su labor pastoral a favor de la vida.

* El Padre Marx es fundador y director ejecutivo de Human Life International. Michael Engler es un experimentado activista pro vida del Estado de California y colaborador de Human Life International.

Patologías psicológicas y Aborto




Nuevo estudio: elevados índices
de problemas psicológicos y muertes
entre mujeres en estado pos-abortivo

Por Matthew Cullinan Hoffman
Trad. del original inglés: José Arturo Quarracino


MADRID, 17 de diciembre de 2008 (LifeSiteNews.com) – Un informe preliminar elaborado por un grupo de trabajo de psiquiatras que estudian los efectos psicológicos del aborto afirma que las mujeres que abortan tienen índices significativamente elevados de depresión, pensamientos suicidas, perturbaciones sexuales y otros trastornos psicológicos. Ellas también mueren en porcentajes más elevados que las mujeres que no abortan.

El informe, que examina manifestaciones del Síndrome Post-Aborto, fue redactado por Carmen Gómez-Lavin, de la Universidad de Navarra (España). Afirma que el 80% de las mujeres que había efectuado abortos sufren síntomas de depresión, y el 40% han considerado la posibilidad del suicidio.

Además, 70% de las mujeres manifiestan irritabilidad, el 50% sufre perturbaciones de conducta, el 40% perturbaciones en las experiencias sexuales y el 30% ha estado implicada en abuso de drogas.

El informe también declara que las mujeres que efectúan abortos tienen un índice de mortalidad 3,5 a 6 veces más elevado, y un índice de suicidio entre 6 y 7 veces más elevado que el de mujeres que dan a luz.

Estos elevados índices de patología psicológica entre mujeres en estado post-abortivo son particularmente relevantes en España, donde la ley no permite actualmente abortos puramente a petición. Las penas criminales se dispensan solo bajo ciertas circunstancias, lo cual incluye casos de violación y deformación fetal, y cuando hay peligro para la salud física y psicológica de la madre.

La excepción referida a la salud psicológica, que requiere un diagnóstico de un psicólogo, se cree que es utilizado para más del 95% de abortos que se llevan a cabo en España. Sin embargo, las revelaciones del informe de Gómez-Lavin pueden arrojar una duda significativa sobre el pedido para que el aborto pueda ser una medida «terapéutica» para las mujeres embarazadas.

Bajo el actual régimen legal español, se han efectuado más de un millón de abortos quirúrgicos desde 1985, y el índice ha subido sustancialmente en años recientes, excediendo los 100.000 casos anuales.

«La evidencia científica demuestra que efectuarse un aborto, lejos de mejorar la salud psicológica de la mujer, causa serias perturbaciones psicológicas en la mayoría de ellas», afirma Gómez-Lavin.

Cobertura en LifeSiteNews relacionada con el tema:


Study Confirms Abortion Increases Risk of Depression,
en http://www.lifesitenews.com/ldn/2008/aug/08080704.html


* New Research Supports Abortion-Mental Health Risk Claims,
en http://www.lifesitenews.com/ldn/2006/jan/06010507.html


* "Evidence Doesn't Matter" in APA Abortion Advocacy,
en http://www.lifesitenews.com/ldn/printerfriendlynew.html?articleid=060216A


* Abortion-Depression Study Flawed And Misleading,
en http://www.lifesitenews.com/ldn/2005/nov/05110301.html

Día del No Nacido


"La libertad de matar no es auténtica libertad
sino una tiranía que reduce al ser humano a la esclavitud"
(Benedicto XVI)

Faltan 6 meses para conmemorar especialmente
a los niños no nacidos por culpa del genocidio del aborto:

28 de diciembre
Día del NO AL ABORTO


¡ ÚNETE !



Muy pronto inauguraremos nuestra nueva web para difundir que este día,

el Día de los Inocentes, se convierta en un clamor mundial por el fin de las leyes abortistas y de todas las iniciativas a favor del mayor genocidio

que la humanidad haya conocido en toda su historia.

Muy pronto .....


www.diadelnoalaborto.com.ar

Campaña auspiciada por el sitio:

Epitafio









Nos mataron
porque dijeron que estábamos de más,
como Herodes consideró
que Jesús estaba de sobra.
Nadie nos pudo defender.
Todo fue en el silencio
del vientre de nuestras madres.
Nos despedazaron,
nos ahogaron,
nos envenenaron
con la frialdad de un verdugo.
Por nuestra muerte se pagó dinero,
precio de sangre como el que recibió Judas.

Botaron a la basura los pedazos
de nuestros pequeños cuerpos,
o los quemaron en un incinerador
para que no quedara rastro de nuestro asesinato.
Ni siquiera tuvimos una sepultura o una lapida.
No llegamos a tener nombre,
ni pudimos recibir el Bautismo.
Sólo somos parte de un número macabro
de varias decenas de millones cada año.
Colaboraron en nuestra muerte
poderosos de este mundo,
algunos que habían jurado respetar la vida,
e incluso nuestros propios padres.
¡Que nuestro grito salve a otros niños!

(Lápida encontrada en la fachada de una iglesia castrense de Chile)

Oración de un matrimonio

Reo de familia numerosa…
y de cinco hijas monjas de clausura

Fuente: Alfa&Omega

Han tenido que soportar la incomprensión de muchos, pero hoy pueden volver la vista atrás y dar gracias a Dios por una vida matrimonial y familiar plena. En la Seguridad Social, quisieron convencerles para someterle a ella a una operación de ligamiento de trompas, y les echaron, al insulto de integristas. Muchos tampoco entendieron que permitieran a su hija Esther hacerse monja de clausura… Éste es el testimonio-oración que ofrecieron el matrimonio de Inma y Jano Ripoll, del Camino neocatecumenal, y su hija Elena, durante la celebración del Corpus Christi en Madrid presidida por el cardenal Rouco

Inma: Cuántas veces te he preguntado: «¿Qué quieres? ¿Por qué nos envías tantos hijos? ¿Por qué el paro? ¿Por qué el cáncer del niño?» ¡Qué difíciles fueron los embarazos de los siete! Cinco nacieron por cesárea. Y cada uno venía con un sufrimiento añadido, porque nos atacaban: en la familia, en el trabajo… Incluso en ambientes que se llaman cristianos, nos atacaban los médicos...

Jano: Señor, en cada nuevo embarazo había médicos que me trataban como si fuera un asesino, y me preguntaban: «¿Otra vez por aquí? ¿Pero usted qué es lo que quiere, matar a su mujer?» Y nos echaron de la Seguridad Social porque nos negamos a firmar un papel autorizándoles a ligar las trompas a Inma. Nos llamaron integristas y no sé cuántas cosas más. Al final, acudimos a un ginecólogo con sentido cristiano, y decidimos seguir Tus planes, aunque –perdónanos, Señor– a veces tampoco nosotros los entendíamos. Seis chicas y, por último, un chico. No me los esperaba, y me asombraban Tus planes.

Inma: Nuestros hijos fueron creciendo. Los problemas de pañales se convir- tieron en rebeldía. Una de nuestras hijas, Esther, cuando estudiaba Enfermería, pasó por unos momentos difíciles. Le aconsejamos que fuera unos días de descanso a la hospedería de un convento de clausura. Antes de irse, nos dijo que iba con la intención de demostrar a las monjas que Dios no existía: ¡que Tú, Señor, no existías! Y pocos meses después, no sólo te encontró, sino que decidió hacerse monja y entrar en el convento de las clarisas de Lerma.

Jano: ¡Y se montó de nuevo el escándalo! «¿La vais a dejar ir, ahora que está en la plenitud de la vida? ¿Estáis locos?» Pero aunque a mi mujer y a mí nos costaba mucho, nosotros sabíamos, Señor, que ésa era una nueva forma que tenías de bendecirnos. Año y medio después, Esther tomó el hábito.

Inma: Ese día, durante la ceremonia, mis hijas Raquel y Berta encontraron la respuesta. Pusieron nombre al anhelo más profundo de su corazón y decidieron seguir el mismo camino. Y tras el discernimiento oportuno, poco tiempo después, ya teníamos tres hijas monjas de clausura. ¡Se dice pronto, Señor! Nuestra hija Inma estaba en Uruguay, haciendo un voluntariado, y se iba enterando de todo esto por teléfono. Volvió para la entrada de Raquel en el convento…, y su corazón reconoció que también ése era su sitio. Pidió consejo espiritual, y un sacerdote le dijo: «Lo mejor es que te vayas a tomar el Sol». Ella entendió, y se fue a tomar el Sol ante el sagrario, donde estás Tú, el Sol del mundo, el que da la verdadera luz, el calor y el color a nuestras vidas.

Jano: Y también decidió ingresar en el convento. Esto parecía de risa. ¡Cuatro hijas monjas de clausura! Ymás incomprensión a nuestro alrededor. ¡Cuántas horas pasamos frente a Ti, en la Eucaristía! Han sido años muy duros, vividos también con mucho gozo. Pero no acaba ahí la cosa. Nuestra hija Elena ha terminado, la semana pasada, la carrera de Magisterio Infantil, y el sábado que viene ingresa en el convento. Al final, nos vamos a quedar con la parejita, con Mar y con Alejandro, que están aquí hoy dándote las gracias.

Inma: Señor, nos cuesta mucho, pero nos sentimos profundamente agradecidos por el don maravilloso de tener 5 hijas entregadas a Dios. Sabes que éstos no eran nuestros planes. Queríamos que se casaran y soñábamos con tener un montón de nietos. ¡Pero son las mujeres más felices del mundo! Llama la atención. María nos enseña a entregártelas de nuevo todos los días.

Jano: Y ahora, Señor, ¿qué hacemos con la furgoneta? ¿Qué hacemos con la ca- sa, que antes era pequeña y ahora se nos ha quedado tan grande? Pero dice el salmo: Me encanta mi heredad, ¿cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?


Elena Ripoll: A una semana de entrar en el convento, sólo puedo decirte lo mismo que mis padres: ¡gracias! Gracias por haberte fijado en mí, a pesar de haberte negado tantas veces. Te agradezco de corazón los padres que me has dado y la fe que me han transmitido. Sé que vas a cuidar muy bien de ellos y de mis dos hermanos Mar y Alejandro. Bendícelos siempre. En esta tarde del Corpus, te pido, Señor, por todos los que están sufriendo las consecuencias de la crisis económica y moral que estamos sufiendo. Cuánto dolor, cuánto paro, cuántas situaciones difíciles. Te pido también especialmente por las jóvenes y los jóvenes a los que quieres tocar el corazón; para que, ante el miedo de la llamada, sean valientes y respondan con generosidad a la vocación, a tu grito de Amor. Que sean muchas y muchos los que te digan Sí.

Carta abierta al Dr. Jorge Bustamante

Temperley, 31 de mayo de 2009

De mi mayor consideración:
le dirijo estas líneas, a causa de la sentencia por usted dictada en el lamentable caso en el que una nena de 12 años fue violada reiteradamente por su abuelastro, luego de lo cual resultó embarazada.

1. En este caso, usted dictaminó a favor de la eliminación del bebé gestado. Con tal decisión, usted -junto con su colega, el Dr. Pablo Estrabou- ha convalidado un marco jurídico en el cual una de las víctimas, absolutamente inocente y totalmente inocente- es sentenciada a muerte y ejecutada, mientras que el abominable criminal -abusador y violador de una niña, que además es su nieta- conserva la vida sin ningún problema ni agravante: "causa" una muerte y conserva su vida. Ello es posible a causa de la interpretación efectuada respecto al ya famoso art. 86 del Código Penal de la Nación, mediante la cual se incorpora el criterio de eliminar a un ser humano en virtud de un posible perjuicio que podría causar a la salud de su madre, dado que el Cuerpo Médico Forense ha dictaminado que «no puede determinar si la niña se encuentra en estado de riesgo» (§ III). Si se aplica el criterio de eliminar a alguien por el perjuicio que podría causar, por qué se deja vivo al criminal sí le ha ocasionado un perjuicio a la niña? ¿NO ES UNA ABERRACION APLICAR LA PENA DE MUERTE A UN INOCENTE, MIENTRAS SE DEJA VIVO A UNA BESTIA CRIMINAL?
Además, ¿Usted cree que se puede eliminar a un ser humano sin tener la certeza que esté poniendo en riesgo la vida de otro ser humano? ¿Esto no es llevar al campo del Derecho y de la Medicina el criterio de la «guerra preventiva»: eliminar a un enemigo por las dudas? En este caso en particular, ¿el hijo engendrado es enemigo de la madre? ¿No es más enemigo el criminal, cuya existencia perjudica mucho más a la salud psicológica de la niña, en cuanto se ha reconocido que «el daño producido a la menor se agrava aún más por la relación afectiva con el autor» (Licenciada Sandra Pérez, § III)? ¿Por qué no se elimina al criminal que ha producido un daño agravado a la menor, si al mismo tiempo se elimina a un ser inocente por los perjuicios que podría producir?

2. Usted reconoce que «el derecho a la vida es el valor fundamental, el de mayor protección penal», pero casi a continuación parece degradarlo, dado que sostiene que «conforme a lo normado en el art. 86 del CP, la interrupción del embarazo» -¿por qué no llamarla por lo que es en esencia: la pena de muerte para un nascituro?- «fundado en el peligro para la salud de la madre -como en el caso que nos ocupa- encuadra en las normas citadas [Arts 33 y 75 inc. 2 de la CN y art. 11 CADH] encuadra en las normas citadas ya que resguarda el derecho a la salud, a la integridad física y mental de ella» (§ -VI). Tal como usted lo formula, pareciera haber algunas incongruencias:
a) Si el Derecho a la vida es el valor fundamental, ¿por qué pasa a ser valor fundamental el peligro para la salud de la madre, si el CMF había dictaminado que no pudo dictaminar que había riesgo para la salud de la madre? ¿Por qué el criterio "salud" tiene primacía sobre el criterio "vida"?
b) Usted cita el artículo 11 de la Convención Americana de Derechos Humanos, pero parece olvidar otros artículos que también tienen rango constitucional: los artículos 1 §2, 3 y 4 §§1, 3 y 5. En estos artículos se afirma explícitamente que todo ser humano es persona (por lo tanto el nascituro es persona, ya que es un ser humano), que toda persona tiene derecho al reconocimiento de su personalidad jurídica, que el derecho a la vida está protegido por ley desde el momento de la concepción y que no se ha de instituir la pena de muerte en los países que la han abolido y que tampoco se aplicará a menores de 18 años (donde tiene vigencia). Dado que usted, junto con otro colega suyo, autorizó la interrupción del embarazo que puso fin a la vida del ser humano gestado, ¿no violó usted un precepto constitucional, ya que éste es el rango que ostenta la Convención Americana sobre Derechos Humanos, dado que «la interrupción del embarazo» es el eufemismo que se utiliza para decretar la pena de muerte sobre un nascituro?

3. ¿Sería usted tan amable de detallar y especificar cuáles son los artículos de la Convención Americana sobre Derechos Humanos que «toleran la interrupción del embarazo en los casos de aborto terapéutico o necesario [...] o del aborto llamado sentimental o ético, practicado sobre la víctima de una violación y del aborto eugenésico, practicado sobre la mujer idiota o demente?» (§ VI). ¿No está usted haciendo una afirmación mendaz, carente de toda veracidad? En este caso en particular, ¿usted no está inventando que la Convención dice algo que no aparece en ninguno de sus artículos?

4. Usted afirma que «de continuar el embarazo y la futura concepción, conforme lo escuchado de los profesionales que asistieron a la audiencia realizada, se le causa no solamente un daño actual en la psiquis a la niña, sino también puede generarle -así lo he entendido- una patología psiquiátrica severa e irreversible, lo que le produciría un grave daño a su salud psíquica» (§ VII)
a) ¿usted no está sentenciando el fin de una vida humana en función de un posible daño -puede generarle, produciría- que el nascituro pueda provocarle a la madre? Este criterio de eliminación de un ser humano por las dudas, ¿no se asemeja a la doctrina bélica de la guerra preventiva del ex presidente Bush? Inclusive, usted sostiene que así lo ha entendido, no afirma que sea un diagnóstico certero ni veraz, ni tampoco científicamente fundado.
b) si el posible daño psíquico que el nascituro podría causarle a la madre-niña justifica que se interrumpa su existencia, ¿no habría que «interrumpir el proceso respiratorio o la circulación sanguínea» del criminal, dado que le ha producido realmente un daño psicológico terrible a su nieta? En caso contrario, usted estaría proponiendo un esquema jurídico en el cual se justifica la sentencia de muerte para quien podría producir un daño, pero se deja vivo a quien produjo efectivamente un daño irreparable. Si para usted esto es justicia...
c) el Zaffaroni que usted cita, ¿es el mismo que fue juez del Proceso de Reorganización Nacional durante toda la vigencia de éste? ¿Es el mismo que hizo caso omiso de la desaparición de personas durante este régimen, y que nunca concedió un habeas corpus? En caso que la respuesta sea afirmativa, ¿cuál es la autoridad moral que tiene este señor para que sus aseveraciones infundadas sean tomadas como criterio máximo, si recurre a conceptos carentes de todo rigor y seriedad científica, como el del aborto terapéutico, en todo caso tomado de jurisprudencia anglosajona, eugenésica y oligarca? Además, al igual que usted, para justificar el aborto por violación, este señor aplica el concepto bushiano de la «guerra preventiva», en tanto aduce que «llevar adelante un embarazo proveniente de una violación es susceptible de lesionar o agravar la salud psíquica de la embazada». Más lesión o agravamiento psicológico provoca en una embarazada la continuidad de la existencia del criminal que la ha violado, si además es pariente, como en este caso, razón por la cual no se entiende la aplicación de la pena máxima contra una de las víctimas y no contra el criminal.
d) si para usted el criterio de salud psíquica fundamenta la eliminación de un ser humano neonato, ¿no cree usted que este mismo criterio podría utilizarse para justificar la eliminación de todo ser humano que perjudica la salud psíquica de alguien: secuestradores y secuestradores que asesinan, funcionarios que incrementan o duplican su patrimonio durante su gestión pública, violadores, asaltantes de ancianos, hasta vecinos que molestan? ¿Por qué sólo se aplica este criterio contra los seres más inocentes e indefensos de todos, y no para los auténticos delincuentes y criminales? ¿Por qué esta discriminación contra los más débiles?

5. En el § VIII, usted aduce «lo dictaminado oralmente por los profesionales», como justificación de su decisión de sentenciar la pena de muerte para el nascituro inocente e indefenso, bajo el eufemismo de la «interrupción del embarazo». En tal caso, bueno sería que pudiera responder a lo siguiente:
a) ¿por qué sólo el embarazo produce daños psíquicos en la niña violada, pero no el crimen mismo de la violación? Le pregunto esto porque los «profesionales» por usted aludidos sostienen que la niña-madre «niega el embarazo», pero no la violación, dado que la realización del aborto «ayudaría a su recuperación» o «es un acto de salud» que ayudaría «a que siga siendo una niña». Según estos especialistas, lo que afecta a la niña violada es el embarazo, no la violación: si se mata al bebé, ella se puede curar. Lo que la enferma es el bebé gestado, no el crimen sufrido. Permítame preguntarle: ¿en qué manual de psiquiatría o de medicina se encuentra esta «verdad científica»? Usted mismo reconoce que «la mujer abusada no supera el trauma del ataque» (§ XIII), por eso no se entiende por qué usted sólo sentencia la interrupción de la existencia del bebé gestado y no también la del criminal? ¿No le parece pre-cavernícola o troglodita este criterio: muerte al inocente -e indefenso- y vida para el criminal?
b) ¿cuál es el aval científico a su criterio que «la interrupción del embarazo puede menguar los daños de una violación»? ¿En qué autoridades médicas o psiquiatras se basa? ¿A usted le parece que no es tan grave la violación, pero sí el embarazo? Por mi parte, no conozco a ninguna mujer que prefiera ser violada antes que estar embarazada. En el caso del embarazo por violación a una menor, ¿no considera usted que la decisión adoptada reproduce la lógica de la violencia del fuerte sobre el débil: 1. el abuelo violenta a la nieta; 2. la nieta, por decisión judicial, «elimina» al producto del crimen sufrido, pero deja vivo al criminal que la agredió. En este caso, uno de los inocentes, pero totalmente indefenso, es ajusticiado, pero la bestia criminal conserva la vida, por decisión judicial. ¿No considera usted que ésta es una lógica salvaje que reproduce la violencia del fuerte sobre el débil? Si esto es lógica jurídica...

6. En general, el criterio de salud psíquica, y los motivos o situaciones que la perjudican, está asociado al de «embarazo no deseado»: un bebé gestado que no fue planificado o esperado perjudicaría la psiquis de la mujer gestante. En primer lugar, ¿desde cuándo el deseo es fuente de un derecho? En segundo lugar, ¿sabe usted que este repugnante concepto y el supuesto derecho que le asiste de eliminar al gestado no deseado fue inventado por el patriarca mundial del control de la natalidad y miembro de la plutocracia financiera angloamericana: John Davison Rockefeller III (hermano de David y Nelson)?, quien sostiene que «only wanted children are brought into the world» [sólo los hijos deseados deben ser traídos al mundo]
[1]. ¿Por qué usted acepta como fuente de un derecho el criterio criminal y eugenésico de un representante de la oligarquía financiera planetaria, parasitaria y depredadora?
En segundo lugar, ¿sabe usted que este criterio de «aborto por embarazo en caso de violación» ha sido instituido como fuente para «legitimar» el aborto como derecho por Harrison Tweed -asesor legal del Chase Manhattan Bank y de la familia Rockefeller
[2]- en momentos en que era presidente del American Law Institute, organismo privado fundado por un miembro del Council on Foreign Relations, manejado ininterrumpidamente desde el momento de su creación por el «Imperio Rockefeller»?[3]. ¿Sabe usted que este criterio fue explicitado en un borrador del Model Penal Code (Código Penal Modelo)[4], esbozado pero nunca aprobado, pero que le sirvió a la oligarquía angloamericana para justificar este criterio? ¿Sabe usted que este proyecto «terapéutico» aplica en definitiva el criterio de Adolf Hitler de eliminar a todo ser humano del que no se desea su existencia? ¿Por qué usted acepta dogmáticamente este criterio forjado y promovido por la oligarquía plutocrática angloamericana y por el nazismo? Los autores que usted cita y que replican este criterio y este esquema terapéutico-eugénesico, además de ser en algunos casos ex funcionarios de una dictadura o de formar parte de organismos «subsidiados» por instituciones sostenidas por la banca financiera internacional y por organismos estatales extranjeros (interesados en promover el control de la natalidad a nivel mundial, sobre todo en países como el nuestro) son sólo meros repetidores, no fundamentan ni justifican sus afirmaciones, simplemente aseveran.

A modo de síntesis, ¿no considera que con su decisión respecto a este lamentable caso usted no ha hecho otra cosa que promover un esquema jurídico a gusto y piacere de los que han diseñado el plan de eliminar sistemáticamente a los niños por nacer? ¿No considera usted que de la mano de la doctrina genocida del clan Rockefeller de eliminar a los hijos «no deseados» usted ha decidido aplicar la pena de muerte a un ser humano inocente e indefenso? ¿Por qué en nuestro país tiene que regir y estar vigente, violentando la Constitución Nacional, un esquema jurídico elaborado por la oligarquía parasitaria anglosajona, con criterios eugenésicos afines a la doctrina racista del nacional-socialismo?

Lo saludo muy atte.,

José Arturo Quarracino


[1] Rockefeller Commission Report, Population and the American Future, Nueva York 1972, Chapter 11: «Human Reproduction».
[2] «Harrison Tweed», en http://en.wikipedia.org/wiki/Harrison_Tweed
[3] Gary Allen, The Rockefeller File, Nueva York, 1976, Chapter Five.
[4] American Law Institute, Model Penal Code, Section 203.3. Abortion, en http://hometown.aol.com/abtrbng/mpca.htm

No se lo digas a mamá


por Mariló Montero

Fuente: Diario de Sevilla
21 de marzo de 2009


Me gustaría saber la identidad de los nueve expertos en los que la ministra Bibiana Aído se escuda para defender que una niña de dieciséis años puede abortar sin consultar con sus padres.


Me gustaría saber en qué son expertos y si son padres y madres.


Me gustaría saber en qué se fundamentan para decir que dejar tan dramática decisión en manos de una adolescente aterrada es lo mejor para ella.


Me gustaría saber si se han parado a pensar que esa criatura, tras mantener una relación sexual precipitada, va a empezar a sufrir lo que la literatura científica ya ha diagnosticado ante un aborto.


El síndrome de aborto reúne quince síntomas psicológicos que van desde la angustia al sentimiento de culpabilidad, la ansiedad, los terrores nocturnos, la depresión, los trastornos de alimentación o de la vida sexual. Síntomas que pueden llegar a aparecer -dicen los psicólogos de la Asociación de Víctimas del Aborto-, incluso años después de haber abortado.


Me gustaría saber con qué valor lanza la joven ministra Aído, con una sonrisa, como quien anuncia un anticonceptivo novedoso, que una niña de dieciséis años está tan capacitada para abortar como para casarse. Una niña de dieciséis años no está capacitada para abortar ni para casarse, por mucho que se esté normalizando lo que son parches en la vida. Una cosa es que lo haga y otra bien distinta la sacudida que la vida le da a una adolescente casada, quien sale adelante gracias a los apoyos de la familia.


Me gustaría saber quién le va a informar a una adolescente de dieciséis años de que si se queda preñada puede abortar sin decírselo a los padres y también en quién se va a apoyar ante semejante circunstancia. ¿En la mamá-administración, o en su mejor amiga, con la que intercambia los vaqueros e inventa en su habitación coreografías de Beyoncé?


Me gustaría saber si esos expertos conocen lo que es ser padres y las complicaciones a las que nos enfrentamos para conquistar la confianza de nuestros hijos en la difícil adolescencia.


Me gustaría saber el protocolo de actuación que se llevará a cabo cuando una niña de dieciséis años acuda al centro para abortar y cómo será tratada.


Me gustaría saber qué pretenden con esta propuesta de ley, que autoriza a que se rompa la confianza entre hijos y padres.


Y me gustaríasaber qué se pretende de los padres el día que nuestra hija decidiera abortar en soledad. ¿La recibimos con un aplauso? ¿Le damos sopa caliente?¿Le preguntamos si llegó a ponerle nombre? ¿O quién habría sido el padre?¿Debemos obviar el tema, o celebrarlo con una barbacoa? ¿Trae esas instrucciones la nueva reforma de la ley del aborto?


Una cuestión más:¿meterán en la cárcel a una madre que le discuta esa decisión a su hija adolescente? O es la ley del "no se lo digas a mamá porque no la necesitas".


Señorita Aído, me gustaría saber si mi hija ha abortado sola. Porque soy su madre.