Curso de Instructores del Método Billings

In Memoriam: Sor María de Jesús

Semblanza de
Sor Mª de Jesús del Espíritu Santo Fernández Rouco, o.p.

Monasterio de Valdeflores


El día 11 de septiembre del presente año, a la edad de 61 años , nuestra querida hermana Sor Mª Jesús ha pasado de este mundo a la Casa del Padre. Ha participado plenamente en la muerte de Cristo para participar AHORA de su RESURRECCIÓN. VIVE YA CON EL SEÑOR. Así lo creemos y manifestamos los que creemos en Dios-Trinidad que nos dio a su Hijo para, por su muerte y resurrección, salvarnos y hacernos “hijos suyos y hermanos de Cristo” nuestro único Señor.

Sor Mª Jesús había ingresado en esta Comunidad de Dominicas de Valdeflores el año 1967. Era natural de Viveiro y aquí se quedó consagrando su vida al Señor y formando parte de esta Comunidad. Decir algo sobre nuestra hermana Mª Jesús es definirla como una persona totalmente entregada, que ha vivido el servicio a su comunidad con callada abnegación hasta el límite. Su entrega SIEMPRE incondicional e infatigable a los trabajos comunitarios, los que fueran, la caracterizó desde los primeros años de vida religiosa. Quiero dejar constancia de una frase que ella decía de sí misma con total sencillez: “he nacido y vivido para servir”. Era una convicción muy clara en ella.

Recién profesa de votos temporales se la designó como ayudante en el obrador de repostería que tiene esta comunidad. En este oficio permaneció desde entonces hasta el final. Pronto la nombraron encargada principal del mismo, siguiendo así hasta poco antes de morir. Se dio sin límites a la comunidad en este oficio hasta que la rindió la enfermedad, cierto, pero me atrevo a decir más, y sin temor a exagerar: Sor Mª Jesús siguió dándose a su comunidad con exquisita y magnánima generosidad hasta su último aliento. Ya bien enferma la veíamos ávida de servir y ayudar a otras enfermas, de estar cerca de la comunidad, de participar en los actos de Comunidad, incluso cuando el dolor le asomaba a la cara que ella trataba de disimular. Era enemiga de quejarse, mas nosotras advertíamos cómo el dolor le mudaba el rostro y cómo ella trataba de ocultarlo y restarle importancia. Durante los largos años en que estuvo al frente del obrador, en los tiempos fuertes de intensísimo trabajo, ella se quedaba muy frecuentemente hasta altas horas de la mañana, para luego aparecer a las seis de la mañana en el coro con la Comunidad. Jamás se quejó de llevar un oficio tan pesado a nivel físico, y decía muy conscientemente, con sencillez, que era la gracia de Dios, un don de Dios. Así como era enemiga de quejarse, por mal que se encontrara, de la misma manera huía toda ostentación y cualquier forma de aparecer en primera línea. Ella supo vivir en el feliz anonimato de los humildes, supo desaparecer sin que se notara. Lo suyo, como digo al principio, era SERVIR, y SERVIR SIEMPRE. Así se sentía feliz. Era también muy mañosa para la costura, hacía detalles y trabajos de peluche tan perfectos que parecían de fábrica. No sabemos como se las arreglaba para tener un tiempo y hacer estos trabajos que luego ponía de regalo comunitario a las prioras.

Sor Mª Jesús era de pocas palabras y, sin ella pensarlo, quiso dejarnos sus últimas palabras, su última experiencia de amistad con “Su Señor”, su callado seguimiento del paso por esta vida, justo horas antes de irse al cielo. Cuando la procuradora pasaba para la cocina, al anochecer, se acercó a su celda, ya llevaba unos días en cama. No podía tomar nada, decía que le ardía la garganta. Le preguntó si le apetecía un poco de requesón fresquito, y Sor Mª Jesús contestó como pudo: “sí… por los caminos de la paz…”. La procuradora se dio cuenta de que desvariaba un poco y queriendo cerciorarse repitió la pregunta, a lo que ella con dificultad respondió de nuevo: “sí………. pero por los caminos de la paz”. Comprendimos, en efecto, que estaba peor, nos dimos cuenta de que tenía su corazón y su mente en Dios. Pasaron las horas de la noche, y hacia la madrugada, así, con toda lucidez recibió la Santa Unción, porque la vimos muy mal, pero sin pensar que se nos iba “ya”. Al terminar de recibir el Sacramento de la Unción de Enfermos, con toda lucidez, se durmió en el Señor “… por los caminos de la paz”.

Al preparar la Eucaristía de la Liturgia de Difuntos, hemos escogido para la misma los textos que se adaptaban perfectamente a la persona y vida de nuestra Hermana Mª Jesús. Quisimos destacar la lectura del Evangelio con el capítulo 25, 31-40 de S. Mateo. Cierto, creo que podemos decir que éste ha sido su ejemplo de vida que ella vivió generosa y silenciosamente: “… tuve hambre… estuve enfermo…; Cuando con uno de mis hermanos lo hicisteis a mí me lo hicisteis”.

A la presencia de muchos sacerdotes que han venido a concelebrar en su funeral, se unieron nuestros Hermanos Dominicos de A Coruña, el Prior P. Alejandro Pérez, O.P., el P. Alfonso Campomanes, O.P. y P. Juan Antonio Zabalza, O.P.. Estos Hermanos nuestros están muy cerca de nosotros SIEMPRE, compartiendo ahora estos momentos de fe y esperanza en Jesús Resucitado, de igual manera que compartimos también con ellos otros acontecimientos de alegre fraternidad dominicana. En el cementerio, en el momento de enterrarla, nuestros Hermanos de A Coruña cantaron la Salve Dominicana y el O spem miram uniéndose a la Comunidad, que difícilmente puede cantar en esa circunstancia. También han estado presentes y al lado de nuestra Hermana Mª Jesús, sus hermanos y sus dos sobrinas, que se querían muchísimo, -y que ahora sigue queriendo aún más- venidos desde Toledo. Los dos días que la tuvimos con nosotras hasta el entierro, al que asistieron con mucha fortaleza de ánimo, ellos no se han movido de su lado. Los Dominicos Seglares y un grupo de madres de familia jóvenes de nuestro barrio cantaron con nosotras todos los cantos de la celebración de la Eucaristía.

Hoy, cuando han transcurrido 15 días de la partida de nuestra Hermana al Padre, damos gracias a Dios-Trinidad por ella, a la vez que damos gracias también a nuestra Madre de Valdeflores, que ya ha recogido en su regazo a esta hija suya del Monasterio de Dominicas de Valdeflores de Viveiro.


Dominicas de Valdeflores, 25.09.08

No hay comentarios: