El obispo de Erie, Pennsylvania, Lawrence Perisco, ha declarado que el hospital más grande de la ciudad ya no será considerado una institución católica, después de que sus dueños señalaran que comenzarán a realizar esterilizaciones. El hospital Saint Vincent pasará de manos de las Hermanas de San José del Noreste de Pennsylvania a la administración de la empresa Highmark Inc., con base en Pittsburg.
Mons. Perisco explicó que las directivas de la Santa Sede «establecen que las instituciones y hospitales católicos no pueden promover ni consentir prácticas anticonceptivas, ni la esterilización directa de hombres o mujeres. No contamos con la garantía de que dichos procedimientos no serán practicados ni consentidos. Por lo tanto, las Hermanas de San José y sus líderes entienden y aceptan que no puedo continuar dando el título de católico al hospital Saint Vincent».
«Como obispo de esta diócesis, tengo la responsabilidad como pastor, maestro y sacerdote de informar a los fieles sobre esta decisión,» declaró.
«Se debe básicamente a las ligaduras de trompas y las vasectomías masculinas», dijo la Hermana Mary Hermann, presidenta de la orden que desde 1875 tuvo el control mayoritario en la junta directiva del Saint Vincent. «Preveo, así como lo hace el obispo, que Highmark practicara dichas cirugías en el futuro».
El Presidente y CEO del Saint Vincent, Scout Whalen, sostuvo que el cambio se está efectuando en nombre del progreso. «El futuro de la salud en Erie ha cambiado de rumbo, y Saint Vincent debe estar en posición de satisfacer las necesidades de salud de los habitantes de esta región,» dijo Whalen.
El obispo Perisco aclaró que su declaración «no significa que los católicos no puedan hacer uso de los servicios del Saint Vincent». Significa más bien que la institución no podrá ser identificada como católica ni ser ligada a los preceptos éticos y religiosos de la Iglesia Católica.
Las hermanas de San José continuarán su ministerio dentro del hospital.
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