Bastaría fijarse en el caso de Argentina (...). En el corto plazo de un año, 2011, aquél gran país de tradición cristiana ha tenido una ley sobre procreación artificial que ha desnaturalizado la procreación; una ley sobre el reconocimiento de la "identidad de género" que ha desnaturalizado a la familia; y una modificación del Código Civil para permitir que se "alquilen úteros", que ha desnaturalizado la paternidad. Algunas de estas leyes fueron aprobadas en los primeros meses de 2012, pero fueron debatidas y elaboradas el año anterior. Alguna está todavía en periodo de examen, por una comisión parlamentaria, tras ser aprobadas por comisión del mismo, pero la tendencia es clarísima. En el plazo de un año se revolucionó la base de toda la sociedad argentina, fue dada de lado la noción de "naturaleza humana", y fue relegada la inspiración en la fe católica para construir la sociedad.
(Observatorio Internacional Cardenal Van Thuân de Enseñanza Social Católica: Introducción al IV Informe sobre la Doctrina Social de la Iglesia en el Mundo 2012)
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