Fuente: Alfa y Omega
El 15 de octubre nació Teresa, mi sexta hija. Momentos de alegría y celebración. Pero al poco de nacer nos informaron de que tenía síndrome de Down. Toda nuestra alegría se convirtió en sorpresa ante lo que nos contaban, parecía como que la felicidad intentaba desvanecerse.
No nos habíamos hecho la prueba de la amniocentesis, porque no teníamos pensado abortar pasara lo que pasara.
Nadie puede decidir qué tipo de vida merece ser vivida. Sé que acaba de nacer quien seguramente será lo más grande que nos haya sucedido. Tal vez sea un regalo para otros mal envuelto, que no es llamativo a primera vista, pero estoy convencida de que cuando destape este regalo me encontraré algo bello que no cambiaría por nada del mundo.
Bienvenida Teresa, tal vez algunos no sepan apreciar tu belleza: son superficiales y sólo se fijan en el envoltorio. Sólo podrán apreciarla aquellos que se detengan y miren el regalo que escondes.
Mercedes Donoso Guerrero
Getafe, España
El 15 de octubre nació Teresa, mi sexta hija. Momentos de alegría y celebración. Pero al poco de nacer nos informaron de que tenía síndrome de Down. Toda nuestra alegría se convirtió en sorpresa ante lo que nos contaban, parecía como que la felicidad intentaba desvanecerse.
No nos habíamos hecho la prueba de la amniocentesis, porque no teníamos pensado abortar pasara lo que pasara.
Nadie puede decidir qué tipo de vida merece ser vivida. Sé que acaba de nacer quien seguramente será lo más grande que nos haya sucedido. Tal vez sea un regalo para otros mal envuelto, que no es llamativo a primera vista, pero estoy convencida de que cuando destape este regalo me encontraré algo bello que no cambiaría por nada del mundo.
Bienvenida Teresa, tal vez algunos no sepan apreciar tu belleza: son superficiales y sólo se fijan en el envoltorio. Sólo podrán apreciarla aquellos que se detengan y miren el regalo que escondes.
Mercedes Donoso Guerrero
Getafe, España
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